Te cuento los 10 pasos clave que te ayudarán a decorar tu nuevo hogar y convertirlo en la casa de tus sueños
Ahora que por fin has conseguido encontrar la casa perfecta, esa que se adapta a tus gustos y necesidades, llega el gran momento de dar forma a todas las ideas que tienes almacenadas en tu cabeza (y en tu carpeta de “guardados” de Instagram).
Elegir los muebles y la decoración que te acompañarán en tu día a día, delimitar espacios, conseguir ese rinconcito de lectura con el que sueñas desde hace tiempo… Decorar una casa nueva es un momento realmente especial ¡y muy bonito!
Me encantaría que disfrutaras del proceso tanto como yo lo hago día a día en mi trabajo y, sobre todo, evitar que te sumerjas en un mar de dudas y estrés. Al fin y al cabo, decorar una casa nueva implica tomar decisiones que, en ocasiones, son para toda la vida y es normal que ahora mismo, sientas una punzadita de presión.
¿Combinarán todos los elementos que tengo en mente? ¿Quedará demasiado recargado? ¿Pasará de moda rápido? Son preguntas que la mayoría de la gente se hace y que pueden llegar a suponer un bloqueo importante.
Para evitarlo, he preparado este decálogo que, estoy segura, te ayudará a hacer realidad tu sueño deco, y a minimizar cualquier posible momento de agobio; ya lo verás.
¡Vamos allá!
1. Define tus necesidades
Parece un punto muy lógico pero, a veces, tenemos tantas ganas de tener este o aquel mueble tan precioso que tenemos fichado desde hace tiempo, que se nos olvida lo principal: una casa tiene que ser funcional y satisfacer las necesidades de todas las personas que viven en ella.
Por ejemplo, si el 90% de los días del año sois cuatro personas las que coméis en casa, no tiene demasiado sentido que te hagas con una enorme mesa de comedor para 8 comensales; seguro que puedes aprovechar mucho mejor el espacio de tu comedor y optar por algún mueble extensible para fechas señaladas.
O si en tu casa sois amantes del deporte, seguro que os apetece tener un espacio dedicado al entrenamiento y al almacenamiento de material.
Lo mismo ocurre si alguno de los miembros de la familia trabaja desde casa o está estudiando; una zona destinada al trabajo y aislada de ruidos y distracciones será fundamental en tu nuevo hogar.
Todos son ejemplos muy lógicos y estoy segura de que se te ocurrirán muchos más, por eso, establecer las necesidades de todos los habitantes de tu nueva casa es el primer paso que deberías tener en cuenta a la hora de decorar una casa desde cero.
2. Busca inspiración deco
Es probable que este paso ya lo hayas hecho o, al menos, en parte.
Además de las revistas especializadas en decoración, mis lugares favoritos para buscar y almacenar inspiración deco son Instagram y Pinterest. En ambas aplicaciones puedes crear una carpeta en la que ir guardando todas las fotos y vídeos sobre decoración que resuenen contigo.
Una vez tengas tu pequeña colección, te animo a que hagas el siguiente ejercicio:
Analiza qué tienen en común todas las ideas que has guardado; pueden ser los colores, el tipo de materiales que más destacan, la forma de los muebles… busca los patrones que se repitan y anótalos.
Así, cuando estés en duda entre dos o más elementos o muebles que te parezcan bonitos, tendrás mucho más claro por cuál decidirte.
3. Crea un moodboard
Un moodboard es un tablero de inspiración en el que puedes incluir fotos o elementos que te gusten, que no tienen por qué ser estrictamente de decoración. Normalmente, incluyen fotografías, texturas, colores, etc.
Te recomiendo que busques un ejemplo de moodboard en Pinterest, por ejemplo, y una vez tengas claro cómo se compone, utilices Canva para crear tu propio moodboard, basándote en el listado de patrones comunes que habrás obtenido en el punto anterior.
Recuerda que puedes incluir todo tipo de elementos; por ponerte un ejemplo, imagina un tablero de inspiración en el que aparezca una foto de un bosque de abetos, varios tonos de verde, una foto tipo macro de un tejido de punto grueso y otra de la suave luz de unas velas. Seguramente, la persona que haya creado esa compilación de fotos vaya a ser muy feliz en una casa con toques de estilo nórdico, en la que reinen las plantas y los materiales y fibras de origen natural. ¿No crees?
Si eres muy creativa y se te dan bien las manualidades, también puedes hacer un moodboard en formato físico, pegando fotos y tejidos, utilizando acuarelas…es un ejercicio muy relajante y, ¡quién sabe!, si te queda súper bonito tal vez pueda acabar convirtiéndose en una de las piezas deco más especiales de tu nueva casa.
4. Define la distribución
Y no hablo solo de pensar; “aquí irá el sofá y aquí la alfombra”, no.
Para este paso es sumamente importante que dibujes, a escala y sobre el plano de tu nueva casa, cada uno de los muebles que te gustaría incluir. O, al menos, los muebles y elementos principales. Así verás si las estancias “respiran” y disponen de suficiente espacio de paso.
También te recomiendo delimitar los espacios con cinta de pintor, sobre el suelo de cada habitación; así tendrás una idea más clara del espacio máximo que puede ocupar cada elemento y podrás empezar a buscar tus muebles basándote en las medidas, lo cual te va a ahorrar un montón de tiempo y más de un quebradero de cabeza.
En este punto tendrás que tener en cuenta las proporciones de los muebles entre sí; la de la alfombra con respecto al sofá, la de la altura de las mesillas con respecto a la altura de la cama, la de la lámpara del comedor con respecto a la mesa…echa mano del sentido común y piensa todo bien antes de lanzarte a por ello.
5. Establece un presupuesto
Márcate un presupuesto total para decorar tu casa antes de empezar siquiera a buscar muebles en tus tiendas favoritas, que luego nos enamoramos y acaba rompiéndonos el corazón (o, lo que es peor, el bolsillo) un sofá de terciopelo azul.
¡Y no queremos eso!
Para evitar sustos, te recomiendo que, además de los muebles, tengas en cuenta los elementos decorativos, los accesorios textiles y la iluminación. Parece algo accesorio pero, tal vez te sorprenda saber que, en un presupuesto para decorar una casa nueva por completo, lo normal que, entre 2000 y 3000 euros, “se vayan” en estos elementos.
Haz una lista de los artículos que necesitas y de los modelos que más te gustan, y empieza a encajar elementos.
6. Explora alternativas
Si, al sumar los importes, te has dado cuenta de que, por ejemplo, el mueble del salón del que te has enamorado “se come” la mitad de tu presupuesto, no desesperes y lánzate al maravilloso mundo de la customización.
Es decir, busca una alternativa más barata y sencilla, y aplica tú misma los cambios que acerquen este mueble más económico a ese pequeño depredador de presupuestos.
Las posibilidades aquí son casi infinitas; desde una mano de pintura, pasando por añadir elementos como tablas de madera y patas o, por ejemplo, un cambio de tiradores, pueden obrar maravillas.
Además, conseguirás tener un mueble diferente a todos los demás. Eso sí, no te olvides de hacer la foto del antes porque, cuando termines, nadie va a poder creer que se trate de la misma pieza.
Te recomiendo que, tanto en Instagram como en Pinterest, busques el término “Ikea hacks” para empezar a inspirarte y ver de lo que hablo. ¡Y cuidado que engancha!
7. Organiza las compras por tienda
Mi recomendación es que no empieces a comprar hasta que tengas claro qué muebles u objetos concretos vas a comprar en cada tienda.
Una vez tengas definido el listado, apunta, junto a cada tienda, las posibilidades de pago o ahorro que ofrece cada una.
La mayoría de tiendas te darán la posibilidad de financiar el pago o, lo que es aún mejor, te ofrecerán descuentos especiales o cupones por suscribirte a su newsletter o al comprar por primera vez.
Todos esos pequeños ahorros puedes dedicarlos al siguiente punto.
8. Cuidado con las cosas pequeñas; también suman.
¿Quién no ha ido alguna vez a Ikea a por una sola cosa y ha acabado pagando una factura astronómica compuesta de pequeños flechazos que no superaban los 10€?
Esto pasa (a mí también).
Entiendo que es difícil resistirse a un juego de velas ideal, a esa Monstera preciosa que quedará perfecta al lado del sofá o al jarrón que dará el toque especial a tu cómoda. ¡Y no tienes que hacerlo!
Pero en este sentido, sí que quiero recomendarte dos cosas; la primera es que no compres a lo loco porque, aparte del inevitable gasto, seguro que, una vez amueblada tu casa, te va a apetecer añadir pequeños detalles y recuerdos familiares o de viajes que ya tengas, y la segunda es que cierres un pequeño presupuesto destinado a estas compras menores.
Por ejemplo, puede funcionarte bastante bien que la inversión en estos pequeños detalles no supere el 5 o el 10% del importe total que tengas pensado gastarte en cada tienda, una vez definido lo que comprarás en cada una.
Si haces este ejercicio antes de empezar a comprar, puedes incluso meter esta partida en el presupuesto total. Si al final resulta que no “picas”, puedes guardar ese sobrante para invertirlo en piezas más especiales que encuentres en otras tiendas.
9. Coordina las entregas si todavía no vives en la nueva casa
Puede parecer algo secundario, pero te aseguro que pocos momentos de este proceso producen más estrés que recibir cinco llamadas seguidas de la empresa de transporte diciendo que no hay nadie en la dirección de entrega, que se van y que no saben cuándo podrán volver a intentar el reparto.
No coordinar las entregas con cada una de las tiendas, puede hacerte perder mucho tiempo y retrasar mucho el proceso de decoración de una nueva casa, además de estropearte un poco “el momento”.
La mayoría de tiendas te dejarán elegir una franja horaria en el día de entrega. Acuerda todo con cada una de ellas después de revisar tu agenda y, si es necesario, cógete algún día de vacaciones para poder recibir los pedidos el mismo día y comprobar que todo llega en buen estado.
10. Disfruta del proceso
Elegir la decoración de tu nueva casa debería ser un momento bonito y gratificante. Si te sientes estancada o te asaltan demasiadas dudas, te recomiendo que te pongas en manos profesionales.
Este paso puede quitarte un montón de preocupaciones de encima, ¡y no es necesario contar con un presupuesto elevado!
Es evidente que, si puedes permitírtelo, dejar la decoración de tu nueva casa en manos de un profesional de la decoración, va a suponer que tú solo te ocupes de la parte más “bonita” del proceso.
Por ejemplo, en los proyectos de decoración integral para casas nuevas en los que trabajo, suelo partir de un presupuesto, una reunión en la que conocer las necesidades y gustos de mis clientes, y una visita a la casa.
A partir de ahí, yo me ocupo de todo, desde la creación del moodboard y la búsqueda de muebles hasta la recepción de los pedidos y el montaje final.
Y todo este proceso lo voy compartiendo con mis clientes, que ven cómo su proyecto va tomando forma y se va pareciendo cada vez más a lo que siempre han soñado. ¡Cero estrés!
Si no cuentas con presupuesto para contratar un servicio de decoración, pero te gustaría contar con ayuda profesional, puedes contratar un servicio de asesoría en decoración, en la que, una vez analizados tu gustos y necesidades, te guiaré y ayudaré en el proceso de elegir la decoración de tu hogar para que este camino sea mucho más sencillo y obtengas un resultado, de verdad, increíble.
Sea cual sea tu caso, estoy aquí para ayudarte a cumplir tu sueño deco.
Con cariño,
Xandra
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